No es ningún secreto que me gustan las películas de terror. Estoy en una constante búsqueda de buenas películas o que por lo menos sean interesantes mediante una historia nueva, puntos de vista diferentes o sorprenderte con la manipulación de las diferentes técnicas que existen en la realización del cine de género. Esto último es lo que hace “The Ruins” muy bien.
“The Ruins” es una película del 2008 escrita y dirigida por Carter Smith en su debut como director en el mundo de los largometrajes, siendo esta una adaptación de la novela homónima de Scott Smith.
Su premisa es sencilla y puede parecer recurrente en el terror norteamericano: Un grupo de jóvenes estadounidenses se van de vacaciones a un lugar paradisíaco, en este caso México, y comienzan a morir uno a uno por una fuerza misteriosa. Lo que hace “The Ruins” interesante es que esta fuerza misteriosa son plantas carnívoras que pueden moverse y convierten esta historia de terror en un festival de sangre y gore.
El caso de “The Ruins” me agrada porque llega a ser sorpresivo para el espectador cómo se va desarrollando la historia. Poder salir del cliché de grupo de americanos son perseguidos por asesinos a cambiar un poco de subgéneros para traer un elemento como plantas carnívoras mientras se juega con el concepto de los rituales de la cultura azteca me parece que es lo que hace la película sobresalga. Obviamente no es una obra espectacular digna de un Oscar, pero a nivel de películas de terror creo que vale la pena que no se le deseche inmediatamente y se le dé una oportunidad.
Lo primero que llama la atención de esta película es lo bien que está filmada. La dirección de fotografía de Darius Khondji (“Uncut Gems”, “Se7en”) es excepcional. Los cielos hermosamente expuestos y azules hacen que los grandes planos generales parezca una pintura. Es de esas ocasiones en las que el DP forma parte fundamental de la película, porque creo que si no se viera tan bien, perdería mucho de su encanto.
La mezcla de elementos tanto narrativos como estéticos crean algo que es entretenido de ver, sobre todo la manera en la que no hay jumpscares reales. Smith logra mantener la tensión al límite por todo el metraje, sin partes aburridas ni con sustos gratuitos. Es de admirar la manera en la que trabajó la estructura para que literalmente nada sobrara ni faltara. Podría atreverme a decir que lo único que se siente incómodo de esta película es su primer acto. Hay un par de conversaciones que parecen forzadas e irrelevantes, pero apenas tenemos el primer punto de giro, parece que la película comenzará a apretar el acelerador y no lo soltará hasta el final.
El desarrollo de los personajes es lo que mantiene a parte de la trama tan enganchante. Tienes a un grupo de personas que cuentan con emociones y un racionamiento que se asemeja mucho a la realidad. Muchas veces nos encontramos en las películas de terror que los personajes actúan de manera tonta o toman las decisiones más estúpidas posibles, pero en “The Ruins” parece que todo lo que hacen tiene sentido. Nadie se mete a la pirámide oscura porque sí, ni entran en pánico sin motivo alguno, de hecho cuando un personaje entra en pánico es porque ha llegado a un punto de trauma psicológico en el que se debe enfrentar a la aceptación de su propia e inminente muerte.
Sin lugar a dudas vale la pena verla. De igual manera es importante decir que tampoco es una joya, ni es grandiosa, pero es mejor que la película de terror común y genérica porque esta por lo menos se sale de las convenciones y al final creo que eso es lo más importante para crear un producto original y recordable. Hay que llamar la atención. Si les gusta el género, deberían verla y opinar sobre ella.
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