Yo amo el cine. He estado en periodos en los que no puedo ver muchas películas por estar ocupado y/o desanimarme. A veces incluso olvido que me gusta y me cuesta volver entrar en ritmo. Desde hace unas semanas he estado sintiéndome así y de la nada, esta película llega a mí. Es un gran golpe que reaviva ese fuego interno de pasión por el cine. Para mi el cine no es solamente una buena historia, sino que debe estar acompañado de una buena estética. “Super Dark Times” es super dark y super hermosa a la vez. Es justo lo que necesitaba en este momento.
“Super Dark Times” es una película de suspenso psicológico del 2017 y es el debut del director Kevin Phillips en el mundo de los largometrajes. Una película independiente que estrena en el Rotterdam Film Festival y luego en The Tribeca Film Festival.
Es ambientada en algún momento de los 90’s y lo sabemos por sus walkmans, bicicletas, teléfonos de casa y falta de celulares. Un grupo de adolescentes son felices viviendo y creciendo. Conociendo el florecer de su sexualidad y divirtiéndose hasta que un accidente deja a uno de ellos muerto. ¿Qué harán con el cuerpo? ¿Le dirán a alguien? ¿Cómo van a lidiar con la situación? Estas son las preguntas que llegan de golpe a la cabeza del espectador. Los 103 minutos de película se van volando. Tensión a cada minuto. Comenzamos a hacer nuestras propias teorías. ¿Qué pasará? ¿Quién se romperá primero? ¿Qué pasa en este pueblo?
Como amante de la estética y realizador audiovisual, tengo un punto débil en mi corazón por las hermosas imágenes. La fotografía de “Super Dark Times” es obra de Eli Born, un hombre con pocos largometrajes, pero un sinfín de cortos. Una estética que me recuerda a lo que persiguen fervientemente los canales de cinematografía de youtube, pero bien hecho. Tonos oscuros inundan la pantalla, blancos matte, frío, un centenar de planos detalles que arrastran la tensión, una calidad de imagen tan nítida que prácticamente puedes oler el sudor, pero aún así ópticas con aperturas enormes. t/1.8 a t/1.2 puedo suponer y con ese bokeh ovoide tan característicos de las ópticas anamórficas. Una belleza de soporte al storytelling, que incluye movimientos de cámara suaves y lentos. La cámara se vuelve un ente omnisciente que observa todo desde donde le de la gana. La libertad visual es absoluta.
Obviamente, como amantes del cine, sabemos que una película no es solo su fotografía. El punto débil (que no es tan débil) es su historia. Cuando vemos la película desde una perspectiva macro nos damos cuenta rápidamente de que no ocurre mucho. Toma 25 minutos en que algo suceda, pero la música y la cinematografía ya te van mostrando que es lo que pasará y a quien. Se hace obvio, pero no le quita lo interesante. Es entretenida de principio a fin y la experiencia es excelente. Es de esas películas que dan ganas de hacer películas. Sí, hay que aceptar que su final es débil. Un deus ex machina es necesario para poder salvar la situación y cerrar la película. Entiendo la razón de esto. No es algo bueno, pero ocurre cuando el guionista crea un pico emocional tan empinado que se sale de control y sus personajes no tienen manera de arreglarlo, en esos momentos solo te queda resolver con un milagro. Algo que inmediatamente te parece inverosímil. Tiene sentido, pero no está justificado.
Algo interesante es su exploración a la culpa y más que todo por explorarla desde el punto de vista de adolescentes. Muchas veces nos olvidamos de esa carga emocional que pueden tener los jóvenes, tomando en cuenta que son personas que no han vivido lo suficiente como para lidiar con ciertas situaciones o controlar de manera sana sus emociones. Al ser tan joven uno es volátil y errático. Claro, en el momento parece que tomamos las mejores decisiones, pero estoy seguro de que aquí todos nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Esta vez esto se explora con chicos normales. No son góticos, nerds o bullies. Esta vez lo retratan desde afuera los estereotipos, un canvas en blanco para que cualquier persona pueda situarse en la piel de estos personajes. Es asombroso y aterrador al mismo tiempo.
Esta película es una joya. Me recuerda mucho al estilo visual que utilizaba “Green Room” con sus tomas en slow motion extremo o a la suavidad del movimiento de “Melancholia” de Lars Von Trier, pero en otro género. Es como ver Stranger Things, pero sin lo paranormal y más oscuro.
Me emociona pensar en qué sorpresas traerá Kevin Phillips en el futuro. Definitivamente vale la pena seguir su trayectoria y sus ideas.
¿Les recomiendo “Super Dark Times”?
Sí, a algunos. Es una película oscura, con una gran inclinación hacia la psiquis de sus personajes, pero a la vez, no contiene ningún giro que te haga decir ¡Wow! Es de esas películas a las que vas por la experiencia y podría decir que también se inclina a un drama adolescente. Sí, lo es, pero aún así creo que es una película para adultos y la disfrutarán un montón.
Estuvo en Netflix, pero la eliminaron en latino américa hace poco. Esperemos que vuelva o pueden buscarla por algún otro servicio. Por mi lado, estoy seguro de que volveré a ella en el futuro y sé que podré sacarle mucha más inspiración.
Trailer: