Cuando pensamos en David Fincher normalmente pensamos en películas que son parte de la cultura del film bro como “Fight Club”, “Seven” y/o “The Social Network”, por lo tanto, uno no tiene otra opción que emocionarse al saber que puede sacar otra de estas grandes películas. Este 2023 estrena “The Killer” su nueva película producida por… Netflix? Una película basada en las novelas gráficas homónimas de Alexis Nolent.
“The Killer” es una película sobre un asesino que falla una de sus misiones y luego tiene que afrontar las consecuencias de eso, pero no tanto.
“The Killer” sin duda tiene cosas geniales, comenzando con el protagonista sin nombre de Michael Fassbender (“Prometheus”, “X-Men: Days of the Future Past”), un tipo que ya ha demostrado múltiples veces que actúa excelente y verlo en una película de Fincher es como ver a un lego encajar en su modelo final. Un personaje misterioso, chistoso y con una expresión que en la mayor parte de la película no dice absolutamente nada. Luego de eso tenemos a otra pasarela de personajes que realmente no llegan a ser memorables, ya que la película tiene esta dinámica extraña en la que el protagonista casi ni habla, pero todos los demás alrededor de él, parece que simplemente quieren decir todo y ya, puede que por culpa o por miedo, pero no hace mucho sentido a veces. De hecho el personaje secundario más memorable es The Expert, que es memorable por su actríz, Tilda Swinton, pero no por el mismo personaje. Al ver la película recuerdo que ese fue uno de los únicos momentos en los que mi esposa dijo: “Hey, esa es Tilda Swinton” y luego se distrajo con otra cosa.
Sucede que “The Killer” es una película extraña. Su historia no va a ningún lugar, carece de un arco dramático fuerte y se basa en verse cool y esperar un gran choque de poderes que nunca llega o que cuando debería llegar, el protagonista simplemente no hace nada y ya, como si todo fuera un mal entendido pero sin la comedia ni la acción, es como si te prometieran un banquete pero al final solo te dan un trozo de pizza pequeño, te decepcionas pero por lo menos tuviste un poco de pizza.
Su banda sonora llega a divertir. Al inicio de la película, en su monólogo sin final, el protagonista comenta que escucha música para poder relajarse, solo que no dice que lo único que escucha es The Smiths y esto al principio puede ser gracioso pero luego comienza a dar igual. Es muy extraño, es una de esas cosas que solo suceden y no te explican nunca y debemos suponer que el protagonista es un tipo extraño y ya.
Por el lado de la estética visual, en su mayoría es genial. Tiene esos planos profundos llenos de capas clásicos del director como lo hace con “Fight Club” y “The Girl with the Dragon Tattoo” con su paleta de colores casi que monocromática, bien oscura, hasta que llegamos a un punto de la película en la que estamos en república dominicana y la cual la ilusión del filme se cae, una paleta de colores caribeña llena de verdes y amarillos que se sale de las convencionalidades del cine del director y con un filtro que hace que los highlights brillen demasiado hace obvio cada lugar en el que utiliza efectos de chroma o de CGI y se ve mal. No hay manera bonita de ponerlo, pero en sus películas anteriores vemos a un Fincher con un gran equipo de post-producción que logra hacer casi todos los efectos invisibles, pero en “The Killer” se cae. No sé si sea por los estándares que tiene Netflix que ya sabemos que están por el piso o que, pero acá tenemos una combinación de muy buena cinematografía con una post-producción pobre y es una de las cosas que más que quedan separando de la película, porque aunque no pase nada, se deja ver, tiene situaciones interesantes, pero si a su falla dramática le agregas una falla estética, se viene abajo. Si la historia fuera buena y enganchante, la plástica no chocaría tanto, pero no se mantiene en pie.
Esta es una película de sábado por la noche para ver justo antes de ver otra. Sí se siente como una película de David Fincher, por sus monólogos, dirección, puesta en escena, estética, pero algo sucedió que no se termina de sostener. La siento casi tan decepcionante como “Mank”.
No me hagan mucho caso, yo no sé de cine. Veanla en Netflix.
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