“The Master” es una película del 2012 dirigida por Paul Thomas Anderson (“Magnolia”, “There Will Be Blood”, “Boogie Nights”).
Esta película vino a mi atención luego de que se escucharan tantos comentarios de la interpretación de Joaquin Phoenix (“Señales”, “Gladiador”, “Hotel Rwanda”) en “Joker”. Lo que se escuchaba era que su actuación era tan buena como en “The Master” y cosas así. No tuve otra opción que meterla en mi lista de películas pendientes y así también entrar más a profundidad en las obras de Paul Thomas Anderson, quien es un director que llama la atención de muchas personas, aunque no tenga muchas películas.
“The Master” nos cuenta la historia Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un veterano de la Segunda Guerra Mundial que sufre de un tipo de estrés post traumático que lo deja siendo un alcohólico extremo y con un comportamiento sexualmente errático y desesperado. Freddie, por cuestiones de la vida queda enredado con un culto pseudo religioso, como seguidores de la cientología o algo así, liderado por Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman – “Synecdoche, New York”, “The Hunger Games”, “Magnolia”) en el que cree en un tipo de hipnosis para conectar con tus vidas pasadas y arreglar tus problemas actuales. En este grupo, Freddie encuentra una guía, pero eventualmente descubre que las cosas no son lo que parecen.
Sí, la historia es interesante y los personajes excepcionales. Realmente quedé impresionado por lo bien contada que está esta historia y como se desarrolla cada personaje. La interpretación que hace Joaquin Phoenix es bastante comparable a su actuación como Joker. Vemos a un actor muy bueno y talvez flexible. Lo digo porque ambos personajes comparten características psicológicas y son hasta tal punto, parecidos.
Desde el primer plano de “The Master” te das cuenta de una cosa. La fotografía será hermosa. El director de fotografía fue Mihai Mălaimare Jr, quien también trabajo como cinematógrafo en “Jojo Rabbit” la cual también es visualmente inspiradora.
El uso del color es lo más impactante para mí. Este look que consta de un alto contraste, pero aún así oscuro y saturado es hermoso. Esto lo acompaña una selección de técnicas de iluminación que hacen que cada plano tenga vida propia. Esto me confirma nuevamente que luego de la historia, lo más importante de una película es la iluminación. Todo esto es acompañado por una selección de lentes rápidos que dan la opción a tener una profundidad de campo bastante corta.
Sé que no he hondado mucho en la historia en si ni en lo que la película quiere contarnos pero el impacto visual que tuvo en mi esta obra fue grandísimo. Si desean saber más sobre la historia, véanla. No busque resúmenes ni nada, vean la película porque es muy muy muy buena y tras un poco de investigación me doy cuenta que por alguna razón no mucha gente la conoce.
Paul Thomas Anderson demostró una vez más que es un director único y con un nivel de storytelling sólido. Incluso es tan buena que fácilmente podrían verla repetidas veces y seguirán siendo asombrados por la buena historia, las interpretaciones y la fotografía. Es una excelente historia sobre como un hombre busca reencontrarse e intenta volver a encajar en una sociedad que no entiende lo que le ha pasado en la guerra.
Todo lo que dice sobre la guerra, el estrés post traumático, la religión, las sectas y cultos, el amor, la desinformación, el alcoholismo es muy interesante. Esto es una historia muy completa a la que puedo decir que no le falta nada.
¿Irá a mi lista de películas favoritas? Probablemente no, pero va a mi lista de referencias visuales y estructurales como fuente de inspiración.
La actuación de Amy Adams también es buenísima… y la de Rami Malek… y la de Laura Dern. Esta película está repleta de buenos actores.