Alguna vez te has preguntado, ¿Cuál es tu ventaja? ¿Qué es lo que te hace diferente?. Pues es justo en lo que te hace pensar Sonnie’s Edge, el primer episodio de Love, Death & Robots. Recordemos como mencioné en mi primera entrada de Tree Robots que Netflix experimentó con sus usuarios al momento de lanzar la serie, usó su algoritmo para crear una experiencia única para cada espectador, asignando un orden personalizado de episodios a sus cuentas. Este es uno de los más largos de toda la serie y aún así es de los favoritos colectivamente. Creo que el secreto es la fórmula perfecta entre la dirección de Dave Wilson, la ejecución de Blur Studio y la galardonada musicalización para este corto de Rob Cairns. Su estética se diferencia del resto al ser más sombría pero no desaprovecha cada oportunidad que tiene para resaltar el nivel de su animación contrastando neón y rojos con escenas en su mayoría oscuras.
Esta historia tiene cyberpunk, peleas de monstruos, dominancia femenina, tensión sexual palpable y una convincente idea de cómo podría ser el futuro. Cuanto terminé de verlo solo quería una cosa, saber cómo Sonnie se convirtió en lo que vemos en este episodio: invencible. Incluso en un mundo violento lleno de desigualdad, peleas clandestinas, abusos y personas que intentan adueñarse de lo que no les pertenece. Un lugar dónde el odio y el orgullo pueden olerse en el aire mientras caminas. Me hizo sentir que no solo era de noche, más bien que en ese mundo dejó de amanecer hace mucho tiempo.
La primera vez que vemos a Sonnie parece indiferente a todas las condiciones que la rodean, podría decir incluso que la percibí despreocupada, como si no estuviera a punto de tener una pelea clandestina de monstruos a muerte. Se baja de un camión descalza, con un abrigo negro de capucha y el ombligo afuera. Ella y sus compañeros movilizan un tanque donde está la luchadora invicta de Sonnie. Se encuentran con Diko, un hombre de pinta muy distinta al grupo, elegante que camina con un bastón pero por puro adorno y de la mano de una acompañante rubia, delicada y hermosa. Diko se refiere al monstruo como un “él” y escuchamos por primera vez la voz de Sonnie cuando le deja saber que es una “ella”. Este momento ya te dejaba saber que esta historia de monstruos a la que estás acostumbrado o acostumbrada. Diko solo está ahí para ofrecerle dinero para que pierda la pelea de esa noche, la respuesta de Sonnie es simplemente perfecta, primero la monstruo luchadora golpea el tanque desde dentro y seguido escuchamos a Sonnie:
“Fuck off”
La conversación se tensa, pero el diálogo aquí, es la razón por la que escribo de este episodio.
“I don’t dive… and I don’t lose”
Diko le pregunta qué es lo que la hace tan especial, a lo que ella contesta…
“I’m not special. Unique”
Ese nivel de seguridad, entendimiento propio y tranquilidad es algo a lo que muchos aspiramos. Y la desagradable propuesta, pues claro todo el equipo rechaza, respuesta que no es recibida bien por Diko. Entre la tensión eventualmente nos revelan como Sonnie hace un año fue secuestrada por una banda de hombres, donde fue “usada”, palabra que utiliza la serie para introducir un tema nada fácil de la manera más sutil que se encontraron, lo cual me produce muchos sentimientos encontrados. Por qué es que THE MEDIA aun debe sensurarnos hasta en palabras algo como el abuso sexual, por qué escuchar de el en historias ficticias nos causa tanta rechazo y aun así en el mundo real normalmente más que impotencia reaccionamos como si es un tema ajeno por el cúal no podemos hacer nada. Por eso me gusta la actitud de Sonnie, que no solo fue violada, cuando esa banda terminó con ella, la cortaron y golpearon hasta casi hasta matarla, incluso destrozaron su cráneo, su rostro tiene cicatrices que se lo recordarán de por vida. Por cierto nada de esto se muestra en la serie, simplemente lo cuentan en una conversación. Necesitaban probar un punto, Sonnie no pelea por orgullo ni por estatus, Sonnie no es una víctima, pelea para y por ella.
Al momento de la batalla las personas parecen entrar en meditación profunda para poder controlar a los monstruos en la arena, una vez entra Sonnie tenemos un despliegue de dominancia total, incluso cuando crees que está a punto de perder, se levanta, una y otra vez. Gana la pelea. El triunfo es suficiente para provocar la ira de Diko y por esto parece extraño cuando su hermosa acompañante aparece en la habitación donde Sonnie se recupera de la batalla, eventualmente entendemos que fue enviada a intentar asesinar a Sonnie, una vez la hiere aparece Diko en escena e intenta terminar la tarea. Descubrimos que Sonnie nunca estuvo en ese cuerpo “humano” y que ella realmente es la mounstruo invicta que se recupera en el tanque. El día que abusaron de Sonnie sus amigos la encontraron al borde de la muerte, solo lograron descargar su conciencia y transferirla. Reconstruyeron su cráneo y crearon una especie de droid que luce perfectamente humano. Y aunque suena como un concepto muy complejo para entender o digerir me hace pensar en cómo enfrentamos las situaciones que en algún momento de nuestras vidas nos destruyeron y pensábamos que no seríamos capaces de superar. Creamos un “alguien” más grande, más fuerte, más sabio, que no cometería los mismos errores, que se protege a sí mismo y al resto. Creamos un monstruo que gana batallas para poder continuar. En eso nos parecemos a Sonnie. No somos especiales y no pedimos un trato especial, somo únicos y exigimos no ser vistos como algo menos que eso.
Si prestas atención en todos los episodios encontrarás conversaciones muy profundas que cada historia desea tener con el espectador. Desde las carcajadas hasta los momentos más difíciles esta serie es una experiencia que tienes que sentir. Disfrútala aquí.
