Cuando pensamos en poesía es normal que pensemos en gente escribiendo o recitando en algún bar oscuro con muchas palabras grandes y formaciones literarias complejas que normalmente hablan sobre el amor y la condición humana. La poesía es algo hermoso, bueno, depende de cuales sean tus gustos, pero a mi me parece que es hermosa. Tomarse el reto que hacer una película y que se sienta como si viajaras por un poemario es una tarea difícil. Podemos decir que las películas de Tarkovski son poéticas, pero no se tienen ese elemento performático de la poesía, esa voz cantada y emotiva, tiene las imágenes y las metáforas, pero no ese elemento del performance. Si seguimos pensando en el uso de la poesía en el cine también vienen a la mente películas como “Kill Your Darlings” o “Howl” en las que se recita poesía para avanzar la historia, pero quedas con una historia común que tiene a la poesía como algo que los personajes hacen. Esto es “El Lado Oscuro del Corazón”.
En 1992 en argentina, Eliseo Subiela dirige una historia escrita por Mario Benedetti, Oliverio Girondo y Juan Gelman. “El Lado Oscuro del Corazón” es un filme complejo, no por tener una historia difícil sino por su manera de narrar. Tienes una historia común y hay poesía, pero se unen y crean un nuevo universo diegético en que los personajes, casi todos, hablan en versos y prosas. Con cadencias y rimas salen los diálogos de la boca de los protagonistas y se mantienen así durante todo el metraje. Eso, por un lado, por otro está la gran cantidad de analogías y metáforas que convierten el mundo real en algo surreal. Imposibilidades físicas que entiendes como parte de este universo porque está construido de poesía. Podría decir que es algo parecido a cuando vemos un musical en los cuales aceptamos que los personajes explotan en baile y canto en algunas partes o siempre, pero en este caso es con versos y mantiene ese ritmo por sus 120 minutos.
La película cuenta la historia de un hombre llamado Oliverio quien está en busca de una mujer que sea capaz de volar (figurativamente) y queda enamorándose de una prostituta a quien también le gusta la poesía. Exploramos más allá en la vida de Oliverio viendo como hace para sobrevivir en Buenos Aires, sus cenas con los amigos, sus conversaciones con la muerte y con una vaca y mucho arte sexual.
En efecto, el sexo es una parte muy importante del filme. Desde una galería con esculturas que muestran de manera explicita y gigante el acto sexual hasta ver a Oliverio revolcarse con mujeres en múltiples ocasiones ya que estos poetas ven el acto como una fuente de vida y juventud. Por ese sentido puede que la película no haya envejecido tan bien ya que deja a la figura de la mujer como un objeto de morbo y casi sin sentimientos ni importancia. Eran los 90’s y las historias eran machistas, es algo para tener en cuenta.
“El Lado Oscuro del Corazón” es una experiencia para ver varias veces. Hay ocasiones en las que sientes que los textos dicen más de lo que parecen y quedas con las ganas de retroceder y volver a escuchar lo que dicen para poder disfrutar un poco más de la metáfora y el análisis. Este estilo de dialogo hace que el disfrutar la película sea difícil para algunas personas o para la mayoría ya que no estamos acostumbrados a escuchar algo así y a intentar captarlo tan rápido. ¿Es bueno? No sé, pero se disfruta y te garantiza un segundo visionado.
Si conoces a los poetas que escribieron el guion, de seguro encontrarás divertidas las múltiples apariciones de Benedetti recitándole sus poemas a alguna prostituta de los bares en alemán. Un elemento un tanto absurdo que encaja con el universo extraño en el que se encuentran. Una de las ventajas de la poesía es que se te abre una puerta a lo fantástico con facilidad. Como cineasta, puedes añadir imposibilidades y comenzar a crear figuras retóricas de manera visual y no te entorpecerán la película. Al final quedas con una gran cantidad de matices que engrandecen la película.
La puesta en escena es fantástica. Llena de elementos que convierten los espacios en lugares tridimensionales y mágicos con colores y texturas únicos llenan el filme de magia. El poeta tiene sus escritos tendidos en una soga como si fuera ropa secándose. Sus visuales en momentos llegan a ser demasiado obvias, pero te dejas llevar por su estética. Entre más lo pienso, más quiero volver a verla.
Lo malo es que es una película difícil. De manera fácil puedo imaginar como hay gente que la quitaría a los primeros 15 minutos y en la mayor parte de la película no pasa mucho. La historia no se mueve hacia adelante con facilidad y queda regocijándose de su propia intelectualidad. También influye el hecho de que es difícil de encontrar en internet o de manera legal. No tengo ni idea de cómo yo conseguí un archivo para verla, pero lo guardaré con mi alma y puedo decir que el filme me ha inspirado a consumir más poesía y perderme entre sus líneas.
Trailer de El Lado Oscuro del Corazón: