En las sorpresas que nos trae Netflix este año está Fear Street, una trilogía con cada película saliendo en una semana diferente de julio creando una antesala al octubre terrorísimo que se aproxima en un par de meses. Fear Street acompaña en alma a todos los que somos niños de los 90s y 80’s siendo una adaptación de la serie de libros de R. L. Stine, autor de libros como “Escalofríos” o “Goosebumps” en ingles que también fue adaptado a serie en los 2000’s.
“Fear Street Part One: 1994” es la primera parte de la trilogía de terror dirigida por Leigh Janiak (“Fear Street Part two: 1978”, “Fear Street Part Three: 1666”) del año 2021 y distribuida exclusivamente por Netflix.
La película sigue la historia de Deena, una adolescente común de los 90’s que vive en un pueblo que ha sido cuna de asesinatos violento a lo largo de su historia. Luego de un altercado violento con los del pueblo vecino quedan reviviendo a un mal oscuro en el bosque que persigue a su exnovia Sam y deberán buscar una manera para que no sea asesinada por las leyendas vivientes.
Lo más impactante al ver “Fear Street Part One: 1994” es su estética visual. Neones y una iluminación perfectamente moderna sobre los rostros marcarán la película completa. Es casi un “Stranger Things” pero de terror y en una película, hasta tal punto me recuerda también a lo pulcro y cuidado que se veía la cinematografía de “It Follows”, solo que a diferencia de ella, Fear Street si va directamente a lo que es un Slasher clásico, brutal y violento.
Debo admitir que me gusta mucho este resurgimiento que busca modernizar antiguas joyas. Al final del 2020 tuvimos la película polaca “Nobody Sleeps in the Wood Tonight” que parecía una película moderna que quiere ser slasher buscando ser un tributo al mismo y por otro lado en el 2015 “It Follows” que se siente más que todo como una manera de honrar a John Carpenter. Por primera vez siento que se hace un buen trabajo en modernizar el sub-genero aunque igual tratemos con historias ambientadas hace 3 décadas atrás pero utilizando las técnicas modernas del lenguaje cinematográfico y la romantización de la nostalgia.
Me llama mucho la atención la decisión de trabajar esta trilogía corriendo hacia atrás en el tiempo y sobre todo sacando las tres partes en un solo mes, aunque puede ser un efecto secundario de la rapidez que las plataformas digitales necesitan para mantener al público enganchado con una serie, el próximo paso lógico es el cine, aunque en lo personal creo que no da tiempo para que la película macere y cuaje en la mente del espectador y comience a enamorarse más y más en el profundo universo diegético que crea. Aunque, como fan de esta película, me hace sentir genial y emocionado por la próxima pronta entrega.
A nivel de historia, claramente no es la más original que existe y muchas cosas no tienen sentido como el asesinato de muchas personas en la primera mitad de la película y luego decir que los asesinos solo buscan matar a una persona específica, pero a la vez no molestan tanto estas incongruencias narrativas gracias al sentido del humor de la directora y su manera en la que logra darle un ritmo dinámico y entretenido a la obra. Esto da paso a una de los mejores elementos que tiene “Fear Street Part One: 1994” que es su montaje. El montaje en la película puede hacer algo muy genial o arruinarlo por completo, en este caso logra elevar la obra a un estilo que es más accesible para un publico joven y refleja directamente el nivel de violencia y absurdismo que se busca en un género como este en el que, en esta ocasión, no busca tomarse totalmente en serio. Lo cual es curioso porque es la primera vez que siento una tensión real en una escena que gira alrededor de un suicidio. Lo que hace Janiak con este filme es realmente entretenido y me atrae mucho.
Creo que “Fear Street Part One: 1994” es lo que las personas llaman una película de terror de verdad que se aferra a sus raíces y se aleja de la nueva ola del terror que aunque es más interesante intelectualmente, no llega a tener este dinamismo juvenil y entretenido. Ya se ve que esta trilogía tendrá de todo, desde un soundtrack que fenomenal que, aunque a veces se siente intrusivo y un poco muleta de narración, te mantiene al borde con clásicos del rock, heavy metal, pop e indie de antaño que sin lugar a duda te dejarán cantando alguna canción de Iron Maiden o The Pixies.
Hay un acierto muy grande que logra Janiak en esta película y es que logra tener una relación lesbiana que no es el centro de la película. Normalmente al incluir una relación LGBTQ los realizadores intentan meterla en el centro de todo haciendo ver que ser de la comunidad es lo más importante, pero en esta ocasión logra ser incluido de manera sutil y bien fundamentada dándole más profundidad a los personajes principales sin llegar al punto de parecer propaganda o hacer parecer que hay una agenda escondida que hace que muchas personas se enojen. (así como en Star Wars).
La conclusión a la que llego es que este slasher moderno llamado “Fear Street Part One: 1994” vale 100% la pena. Es una película para divertirse y pasarla bien con un concepto clásico y estoy más que emocionado de disfrutar de las siguientes entregas porque tengo expectativas altas de lo que pueden llegar a ser y realmente tengo ganas de sumergirme en este mundo de asesinos, brujas y leyendas urbanas sangrientas.
Sin lugar a dudas “Fear Street Part One: 1994” es una película que puede atraer más gente al cine de género.
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