Desde siempre se nos ha enseñado que hay un camino o pasos a seguir en la vida de todos. Naces, estudias, te graduas, trabajas, te casas, compras una casa enorme, tienes un par de hijos y mueres. El ciclo de la vida vendido por el sueño americano. Más o menos es esto lo que es “Vivarium”.
Lorcan Finnegan en el 2017 trae su segundo largometraje, “Vivarium”. Una película de terror / drama / ciencia ficción que demuestra que es importante poder desarrollar tu historia antes de poder mapear un proyecto tan grande.
Por encima esta historia cuenta como una pareja, Tom (Jesse Eisenberg – “The Social Network”, “Zombieland”) y Gemma (Imogen Poots – “Green Room”, “I kill Giants”) buscan su primer hogar para empezar su vida familiar juntos. Un vendedor los lleva a una barriada en la que todas las casas son iguales y de la nada, bajo sucesos sobrenaturales, quedan encerrados en la barriada, regresando a la misma casa. Al verse en esta encrucijada, se dan cuenta que les tocará vivir ahí y cada cierto tiempo de manera misteriosa reciben alimentos, instrumentos de primera necesidad y… un hijo. Luego de eso, todo se torna aún más raro.
Lo lindo de esta película es su dirección de arte limpia y perfectamente armonizada con una paleta de colores excepcional. Fue por ahí que me agarró. Vi el trailer el youtube, me enamoré de la estética y fui corriendo a verla (no literal). Sin saber género ni nada me introduzco en el mundo y la verdad, la experiencia es muy extraña.
Sucede que casi todo lo emocionante sucede en los primeros minutos y en los últimos. Esta película que, aunque entretenida y hermosa, es no más que un cortometraje muy largo. Fue en Letterboxd que me encontré con un comentario que explicaba totalmente como me sentía sobre el filme. “Aquí hay un corto de 30 minutos muy bueno”. El problema es que la película ronda la hora y cuarenta minutos.
Con una historia que es tan interesante y visualmente impactante, me costaba comprender por qué la sentía tan larga y no fue hasta terminar que me di cuenta que durante todo el segundo acto no pasaba absolutamente nada. Había situaciones, pero solo abrían preguntas que nunca se cerraron y dejan al espectador un poco confundido.
Un vivero es un lugar de observación, estudio o simplemente criadero de alguna planta o ser vivo. Luego de que entiendes eso, solo te toca suponer que las cosas del filme suceden por esa razón y después te das cuenta que a la vez, es una metáfora de la pesadilla que es vivir como se nos ha enseñado. Tener el hogar, la familia, etc, etc. Una aterradora historia para millenials que viven con una economía destruida en la cual vivir en cualquier lugar es imposible y a la vez una obra de ciencia ficción que pudo haber estado mucho mejor en otro formato.
Básicamente es un capítulo de la antigua serie de terror infantil “Escalofrios” de “¿Le temes a la oscuridad?” pero con presupuesto y con más amor estético.
Es una historia entretenida con un concepto bastante interesante. Se me dificulta recomendarla. Solo búsquenla y véanla si son fanáticos del género, pero les digo desde ya que, si la ven con sueño, quedarán totalmente dormidos en corto tiempo.
Trailer:
