“A Dark Song” es una película independiente de terror británica del 2017. Sé que eso de independiente y terror no suena nada bien porque normalmente ese tipo de películas no se acercan ni a ser decentes, pero esta película no se ve para nada mal. La dirigió y escribió Liam Gavin, un desconocido total. Este es su primer largometraje y desde que comienzas a verla te das cuenta de que el tipo tiene talento, sabe lo que quiere y lo hace bien.
Una mujer compra una casa en medio de la nada de manera tan privada que le da un fajote de billetes al vendedor. ¿Qué trama está mujer? La respuesta a esta pregunta los sorprenderá.
La mujer se llama Sophia (Catherine Walker – “Leap Year”) y está buscando una casa para llevar a cabo un ritual y comunicarse con su hijo muerto. Con la ayuda de Joseph (Steve Oram – “Paddington”) quien es un experto en estos rituales, prepara todo el lugar para encerrarse por lo que parece serán meses de ritual para comunicarse con ángeles y demonios para poder hablar con su hijo nuevamente. Escrito así parece que será una historia bastante simple y talvez lo sea, pero Liam Gavin hacer que esto se vuelva muy interesante.
Lo impresionante de “A Dark Song” es la atención al detalle. Te enseña todo este extenso ritual sin aburrirte, todo lo aguantan las buenas actuaciones. La fotografía se mantiene dinámica, pero a la vez simple. Nunca recurren a la utilización de colores exagerados ni sobre estilismo. La película se mantiene en un look and feel natural y aún así luce moderna. Esto me dice que va a envejecer bien.
Algo que me gustó de la película es lo incómoda que es. Es raro ver películas que no recurran a sustos, tras sustos, tras sustos para poder causar incomodidad. Incluso “MidSommar” recurría a un terror más de libro de texto, pero se lograba mantener un poco experimental. Lo que hace “A Dark Song” interesante es como se sale del molde normal del terror y lo convierte en una clase para aprender sobre el uso de la tensión y lo aterrador.
Durante más de la mitad de la película no vemos ningún espíritu ni nada, solo vemos a estas dos personas llevando a cabo un ritual que juega con sus mentes y cuerpos y cada vez es más difícil para ambos. Se llegan a revelar detalles de los deseos reales de Sophia y llegas a sentir escalofríos de lo tensa que se vuelve la relación entre los personajes. Liam decide tocar temas como el luto, el amor, la venganza y te pone los pelos de punta.
Esta es una recomendación fácil. ¿Quieres salir de la rutina y ver terror levemente diferente? Esta es la película para ti. No te vas a decepcionar y cuando comenzamos a llegar al final del segundo acto, todo cambia. La película se comienza a estilizar y entramos en lo que el espectador común busca, demonios y sustos.
No pensé que me fuera a gustar al principio, pero valió la pena totalmente. Es una propuesta atrevida y nos muestra que los productores independientes tenemos que ponernos las pilas para poder llamar la atención. Esto estuvo mejor que muchas producciones de estudio modernas.
Trailer:
