Tenía mucho tiempo sin ver a George Clooney en una película, de hecho, la última en la que lo vi fue en “Tomorrowland” la cual pertenece a esta nueva ola de películas de Disney que son muy geniales, pero lastimosamente olvidables. Hoy me encuentro con esta película dirigida y protagonizada por Clooney que se encuentra de #1 en el top de Panamá de Netflix.
“The Midnight Sky” es una película de ciencia ficción post apocalíptica del 2020 dirigida por George Clooney distribuída por la poderosísima plataforma Netflix.
La historia cuenta como la tierra en unos 26 años quedará hecha un desastre y la raza humana tendrá que encontrar otro planeta para poder sobrevivir. Muchos se van bajo tierra, pero un equipo de astronautas fue enviado a una de las lunas de júpiter para ver si era habitable y parece que sí. El problema es que el clima de la tierra empeoró mucho más rápido de lo que pensaban y los astronautas ya vienen de regreso a dar las buenas noticias sin saber que regresar es una mala idea. Augustine (George Clooney – “La Gran Estafa”, “Tomorrowland”, “Gravity”) es el científico que inventó todo el viaje y decidió quedarse solo en una base en el polo norte intentando contactar a los astronautas. Esta es una carrera para poder comunicarse a tiempo.
Es normal ya desconfiar de las recomendaciones de Netflix, más que nada sobre su top 10 por país. Que mucha gente vea una película no quiere decir que la película sea buena o mala o que sea universalmente aclamada. Con “The Midnight Sky” fue extraño. Es una película cuya primera mitad es difícil porque es lenta, tiene problemas de exposición y el resultado de eso es que no entiendes las motivaciones de los personajes y no logras conectar con ellos a nivel personal. De hecho, es difícil entender de qué se trata exactamente por un buen rato. No es hasta que llegas a la segunda mitad que tienes una gran secuencia en el espacio que el tiempo comienza a pasar volando y se torna realmente entretenida y sí llegas a entender a los personajes y sus motivaciones y eso le da la fuerza al espectador para llegar al final, el cual debo admitir que es bastante predecible.
La película tiene muchísimas cosas buenas. Lo primero que me impactó fue el diseño y montaje de los créditos. Blancos, pequeños y colocados directamente sobre el plano sin querer llamar mucho la atención, pero a la vez dando esta sensación de revista fina. La fotografía es magnífica. Solo en su secuencia de inició te muestran más de 5 planos que lucen perfectos y te demuestran la gran calidad que tendrá la película tanto en iluminación como en color y composición. Imágenes solitarias y vacías que ya cuentan una historia por si solas. Es una película que es visualmente hermosa y cada elemento de arte añade mucho a la diégesis.
Por otro lado, tuve problemas con la banda sonora. Al principio iba bien según los estándares que ya nos han acostumbrados las películas de ciencia ficción en el espacio, pero de un segundo a otro comenzó a parecer una banda sonora de película de Disney y eso lo único que logra es quitarle seriedad a la situación por la que nuestro protagonista pasa.
Me duelen un poco estas películas. Las disfruto mucho y me gustó la experiencia de “The Midnight Sky”, pero me parece que pasar por la lentitud y esquives narrativos de la primera mitad afecta mucho la fluidez de la experiencia. Estas cosas la vuelven difícil de recomendar.
Trailer:
