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Crítica: “Saint Maud” la religión y el trauma

saint maud - poster

Llevaba más de 1 año esperando “Saint Maud”. Una película que iba a ser distribuida por A24 y prometía mucho con su trailer. Cuando vi ese primer avance me di cuenta que iba a ser una película que me iba a gustar, tenía las temáticas de religión, era de terror y su tratamiento visual lucía muy bien y moderno. Quien iba a decir que solo lo último iba a quedar siendo cierto.

“Saint Maud” es una película que comenzó su ciclo de festivales en el 2019 y se esperaba su estreno en cines en el primer tercio del 2020, pero por coronavirus no se pudo. Hasta el 2021 es que hemos podido verla en un lanzamiento limitado que pasará rápidamente a video-on-demand. La película es también el primer largometraje escrito y dirigido de Rose Glass.

La historia es sencilla. Una enfermera llamada Maud cuida pacientes terminales y tiene la habilidad de sentir y escuchar a Dios o eso cree ella. Estas alucinaciones o llamados la llevaran a cometer actos dolorosos y extraños.

El dolor que siente mi corazón y mi alma de cinéfilo es muy grande. “Saint Maud” es una película que tenía mucho potencial. El filme tiene una corta duración, 80 minutos es algo corto, pero es suficiente para contar una buena historia, el problema es cuando se llenan esos 80 minutos con nada y eso fue lo que sucedió con este filme. Aquí vemos la transición de una escritora/directora de cortometraje a largometrajes. Este es un cambio brusco, escribir un corto es una cosa, pero un largo es otra totalmente distinta. Si no han realizado una producción cinematográfica les puedo comentar que en un cortometraje te puedes dar la licencia de no tener que explicar cosas. Tu historia puede ser 2 o 4 escenas in media res y aceptas la situación por su formato. Te puedes olvidar del origen de los personajes y las razones para que estén en una situación específica. Cuando trabajas un largometraje, esa historia detrás de los personajes se vuelve muy importante. El espectador necesita saber el motivo del estado mental de tu protagonista y así poder entender mejor la situación. Ese es el gran problema con “Saint Maud”, una mujer que comienza loca o tocada por Dios y su pasado se refleja en un par de flashbacks de menos de 5 segundos cada uno que te confunden más de lo que te responde. El problema de eso es que nosotros, como espectadores, no podemos conectar con el personaje con el que viajaremos por los 80 minutos de metraje. Con esto quiero decir que esta película pudo haber sido un corto y habría sido mil veces más efectivo. La mayor parte de la película está vacía. No ocurre nada, solo tenemos a Maud caminando de un lado a otro o mirando o pensando, pero no realiza ninguna acción que mueva la trama, solo espera que las cosas pasen. Un protagonista pasivo no es un buen protagonista.

Hay muchas preguntas que quedan en el aire. Hubiera sido bueno saber cómo Maud se volvió creyente y qué fue lo que realmente sucedió en su antiguo trabajo. Un poco de historia sobre las visiones que tiene no vendría mal al igual que marcar mejor la relación con la antagonista y que haya más fricción. No sabemos si sus visiones eran de Dios o de un demonio, solo podemos suponer y no llegar a ninguna conclusión. Hubiera querido saber un poco más de la amiga de Maud que se nota que la metieron en la historia para hacer eso, pero no cumple la función.

Lo bueno y rescatable es que cuenta con momentos que son visualmente impactantes. Se sienten como imágenes que la directora imagino que quería en la película, pero no sabía como conectar estos momentos entre ellos. Es de gran impacto ver a Maud flotando en su habitación o poner tachuelas en sus zapatillas y son momentos altamente funcionales que te hacen sufrir, pero en medio de eso no hay mucho que mencionar. Creo que el filme brilla más que todo, por su fotografía. Una estética moderna y estilizada abraza toda la obra. Tonos oscuros gruesos acompañados por un tinte verde pesado que hace que el mundo de Maud se vea y sienta enfermo y distorsionado. El uso del close-up es algo que me encanta, me parece que utilizar planos así te da una experiencia muy viceral que puede llegar a incomodar de buena manera.

A fin de cuentas, más que una obra que pudo ser más corta y mejor explicada, cuenta con la buena actuación de Morfydd Clark como Maud, pero aparte de eso no hay casi nada rescatable. Independientemente de esto quisiera saber que más sacará la directora en el futuro y si se mantendrá en el género del terror ya que creo que tiene buenas ideas y una estética envidiable solo que aún no logra apegarse al formato.

Por ahora yo no se las puedo recomendar, pero siempre pueden ver el trailer que es muchísimo mejor y nos tocará seguir esperando nuevo cine de terror.

Calificación

Trailer:

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