Una de los filmes más famosos del maestro del suspense, Alfred Hitchcock. Un clásico sin precedente, una película que, si no has visto, has presenciado de alguna u otra manera su existencia o referencias en el cine moderno porque hay cientos de ellas.
“Psycho” es una película de 1960. Desde sus primeros minutos lleva el suspenso al límite. Hitchcock logra mantenerte al borde de tu asiento prestando atención a la pantalla con técnicas cinematográficas que ahora en pleno siglo XXI nos parecerían básicas. Ese es el nivel de influencia que tuvo el director en el cine moderno.
La historia es sobre una mujer llamada Marion que sale de la ciudad robando una gran cantidad de dinero y por mera casualidad queda en el Bates Motel, un pequeño motel llevado por un hombre llamado Norman Bates. Aunque esto es discutible. La película tiene giros y manipulaciones con las cuales te das cuenta que un análisis superficial no es suficiente.
Podemos referirnos a el análisis sobre “El Cine Clásico Hollywoodense” en el que estudiamos el filme “Vertigo” del director en el que vemos más a fondo el estilo del director. Vale la pena notar que, aunque en “Psycho” utiliza las mismas técnicas cinematográficas de “Vertigo”, logra subirle la intensidad y experimentar para lograr una obra aterradora con un peso dramático y visuales más fuertes.
Podría decir que el éxito del filme se basa en 3 cosas. La iluminación, la música y su historia. Esto a nivel técnico claro, ya que las actuaciones son otro tema aparte que también es asombrosa con Anthony Perkins como Norman Bates y la fantástica Janet Leigh como Marion Crane quienes manejan la primera mitad del filme.
La iluminación en su mayoría es de luces duras, fuertes y directas que busca crear sombras fuertes y mucho contraste. Que dan un efecto de tridimensionalidad a cada decorado y a los rostros, metiendo al público en la situación. La música, obviamente inolvidable, compuesta por el inmortal Bernard Hermann, te engancha desde los primeros minutos con sonidos cortantes que eliminan cualquier tipo de ganas de aburrirse durante la película. Hay una melodía sonando cada vez que tenemos una acción dramática que busca ser amplificada o potencializada.
Esta combinación de elementos es amarrada con el ingrediente especial de Hitchcock, movimientos de cámara y angulaciones que llevan el filme a un nivel más alto. Estás metido en la historia como si fueras un personaje más. Atravesando la geografía de los decorados como un fantasma y siguiendo a los personajes muy de cerca.
Anteriormente me cuestionaba la decisión de que este filme fuera en blanco y negro, ya que filmes anteriores del director eran a color y funcionaban a la perfección. Al tomar en cuenta la historia te das cuenta de que no es necesario utilizar color. De hecho, creo que la ausencia del color ayuda a la fuerza emocional y atmosfera que Hitchcock busca crear. Puede que esta decisión estilística fue la que hace que el utilizar luces tan duras tenga sentido. No me puedo imaginar este filme a color. Es una gran película de terror con un tono de film-noir clásico.
Al final, con el mejor estilo del cine clásico, tenemos una secuencia de explicación. Casi como si fuera un film de whodunit que nos explica que fue lo que sucedió o sucede con Norman Bates. ¿Uni final feliz? No, para nada. Una película altamente psicológica que juega con el espectador y busca darte sorpresas tras sorpresas. Curioso es que en ningún momento cae en clichés. Cuando vemos en el cine moderno de terror, vemos como se cae en muchos clichés y giros predecibles, pero de alguna manera “Psycho” sigue siendo original y genial de principio a fin.
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