Todos nos hemos sentido un poco perdidos en la vida. Muchas veces no sabemos que hacer ni mucho menos que nos depara el futuro. Esta película me la encontré de casualidad. Simples filmes que simplemente aparecen en tu camino un día y algo que tiene de bello el cine es que puede hacerte sentir muchas cosas y hacer que te cuestiones otras.
“Columbus” es una película del 2017 escrita y dirigida por Kogonada (¡gran seudónimo!), una persona muy interesante ya que es uno de los que The Criterion Collection comisiona para realizar material extra para las películas de la colección, así como análisis y ensayos.
Esta película va de la vida de una chica bibliotecaria llamada Casey que tiene gran pasión por la arquitectura y un día se encuentra con un hombre llamado Jin, un traductor de ingles a koreano. Se vuelven muy amigos y cada uno tiene sus problemas. Casey tiene una madre que se recupera de su drogadicción y el padre de Jin está en coma. Todo sucede en una ciudad, Columbus, Indiana.
Es un drama. Es una película lenta de las que tienes que poner de tu parte para sentir. La situación de los personajes es complicada emocionalmente. De hecho, podría decir que no hay una estructura narrativa clásica totalmente clara porque no hay un antagonista ni una situación que tengan que mejorar activamente. Solo seguimos a los personajes en su viaje por sacarse dolores y decisiones de encima. Más que todo, introspección y eso no es algo que esté mal, está bien y es disfrutable. Por lo menos para mi lo es. Hay veces que tenemos que salir un poco de ese cine de acción de alto presupuesto y disfrutar de un cine que se centra en sentir. Creo que hay que tener un poco de ambos en la vida para poder disfrutarla mejor.
Algo que llamó la atención de mi ojo fotográfico fue la fotografía de la película. El 99% de los planos son estáticos. Sin movimiento de cámara de ningún tipo. Todo estático. Esto, creo yo, se debe a la fascinación de la película con la arquitectura. “Columbus” muestra muchos edificios de grandes arquitectos y cada vez que se muestra uno se siente como una foto de revista de arquitectura, ustedes saben, minimalismo, un par de personas pequeñas y las grandes geométricas paredes que crean espacios increíbles. Es de esas películas que me gustaría ver en una pantalla grande solo para apreciar esos planos que parecen hermosas fotografías. La composición es impecable. La simetría, el color, el espacio, todo te habla del estado mental de los personajes.
Por más que haya disfrutado de “Columbus” siento que no es una película que cualquier persona puede disfrutar. Hasta tal punto me da ese sentimiento de autenticidad que me dio en algún momento “Frances Ha” o “Lady Bird”, pero sin lo gracioso, solamente sentir y siento que te da la confianza de abrirte a decir cosas que te guardas. Es una de esas películas que sientes que no se tratan sobre nada pero que a la vez hablan de todo. Hablo sobre tomar decisiones, el arrepentimiento, tus responsabilidades humanas, tus relaciones interpersonales, incluso, como te ves a ti mismo. Si tuviera que decir algo malo sobre la película tendría que hablar sobre el montaje. Al no tener movimientos de cámara ni cambios de foco, todo son conversaciones con 3 planos y personajes estáticos lo cual se puede tornar aburrido si la historia no te agarró. Esto es solo un pequeño fallo que realmente no te afecta en nada el desarrollo ni te arruina la experiencia, es parte de su lenguaje narrativo y eso hay que respetarlo.
Termino recomendándola mucho. Es hermosa y se queda contigo. Te hace sentir y pensar en como te sientes y qué estás haciendo con tu vida.
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