“Chicuarotes” es una película mexicana del 2019 dirigida por Gael García Bernal quien pueden recordar como actor de películas como “Amores Perros”, “Babel” o “Y Tu Mamá También”.
La película cuenta la historia de dos amigos llamados “El Cagalera” y “El Moloteco” que buscan dinero para poder salir de su pueblo en Mexico. Una de sus estrategias es disfrazarse de payasos y pedir dinero en los buses, pero al cansarse deciden comenzar a asaltar y a cometer crímenes. A la larga quedan secuestrando al hijo del carnicero del pueblo y todo sale mal.
De salida vale decir que no se lo que “Chicuarotes” busca ser. Hay veces que es un drama, otras veces que es comedia, otras veces es una película de crimen, obviamente no podemos obligar la clásica subtrama romántica. Gael García Bernal intenta interpretar este guion de Augusto Mendoza, pero falla muy mal en el intento. El director busca explorar una tragicomedia, pero no tiene ni idea de cómo contar una o incluso cómo funciona este tipo de historias.
Rápidamente se llega a notar que la historia tiene muchas fallas. Hay personajes que entran solo para comenzar una situación y luego solo los desaparecen y no se habla más de ellos y situaciones que escalan sin motivo o sentido, logrando así un paro dramático que solo escala e los momentos en los que algo impactante sucede.
Hay unas actuaciones que simplemente son malas, como la del carnicero. El guion es en algunas ocasiones dudoso, pero mientras sean los chicos los que interpretan, es pasable. De todos modos, llega a ser entretenida y es relativamente fácil de ver en los momentos que logren ignorar los diálogos.
La puesta en escena es fallida con movimientos de cámara erráticos sin motivo, aunque cuenta con una iluminación interesante, lastimosamente por la cantidad de diferentes géneros que busca mostrar, nunca llegas a sentir que encaja.
La película tiene su par de cosas impresionantes. Tiene varias tomas larguísimas y entretenidas que realmente al suceder no te das cuenta hasta el final, como debe ser.
Varias veces llegué a pensar que esto era como una versión mal contada de Joker, por la cantidad de payasos y el tono trágico que evocaba en algunas situaciones. Hay que tomar en cuenta que cuando la “Chicuarotes” buscaba ponerse trágica y difícil, lo lograba. El fallo venía en todos los demás momentos.
Esta es una recomendación difícil. La película en general no es buena y creo que tampoco busca serlo. En varios momentos parece ser un largometraje de bajo presupuesto con buenas decisiones fotográficas eventuales. El clímax no se siente tan fuerte o emocionante como su segundo punto de giro lo cual deja el final sintiéndose mal y amargo y no por su temática, sino por su debilidad estructural. Esto no contando su final levemente ambiguo que no te cierra absolutamente nada.
Aunque su intención fue buena, quería abrazar demasiadas cosas a la vez. Hay que recordar que no se puede hacer una película sobre todos los temas sociales del mundo actual. Debes tocar una situación y pulirla en una buena historia. Por ahora yo solo puedo decir que, si quieren ver una película mexicana buena, lo mejor ahora mismo es “Ya No Estoy Aquí”.
Creo que la película pudo haberse salvado de haber tenido a otro director al mando.
Trailer:
