Cada vez que Netflix saca una película de terror me emociono. Si esta película es latina, me emociono aún más. Esta vez es “La Marca Del Demonio” desde México.
“La Marca Del Demonio” es una película del 2020 dirigida por Diego Cohen. Un director que según su perfil de IMDB ha pasado por casi todas las posiciones de una producción cinematográfica, pero me esto solo afirma que cuando haces un poco de todo, no quedas haciendo nada realmente bien.
Respeto las buenas ideas, aunque hayan sido mal implementadas. Creo, creo, creo que tenían una buena idea. Un exorcismo que salió mal y que 30 años después se ven sus consecuencias, pero lo que sobran son problemas. La historia creada por esta idea no solo carece de estructura dramática, sino que en general es totalmente disfuncional.
Las actuaciones son bastante malas y el guion repleto de clichés no ayuda a nada. Un guion que obliga a los personajes a decir directamente lo que sienten y no dejan nada a la interpretación. Esta es una de las cosas que hace que las películas de terror no se respeten. Es horrible cuando quedo viendo este tipo de películas y quedo es riéndome la mayor parte del tiempo. A mi me encanta el buen terror y esto no llega a serlo.
La película se toma sus buenos 55 minutos para explicarte la relación entre los personajes por los que lleva cortando toda la película sin explicación. Entiendo que era para crear misterio y miedo, pero la estructura esta tan confusa que no llega a funcionar. Lo que me lleva a decir que parece que este guion nunca pasó por un análisis profunda de la historia por algún profesional. A los últimos 20 minutos ya no tengo ni la más mínima idea de lo que está pasando. No me hubiera sorprendido que al final me hubieran lanzado un clásico “Basado en la vida real” solo porque les parecería aterrador.
La fotografía se nota muy extraña, como si intentaran arreglar muchas cosas en post-producción. Además del uso de cámaras rápidas para dar emoción, cosa que solo se ve en las peores producciones de terror. Ni hablar de la iluminación sin motivación que acompaña el 50% de las escenas que solo existen para darle estilo a los diferentes planos, pero fracasa aún en eso. Una de las únicas escenas que se vieron bien fue en la que la chica levita en su cama y esto fue un inserto extraño, sin explicación ni sustento. En este punto se siente como una historia sacada y grabada de algún videojuego de terror. La película está llena de insertos innecesarios. Se siente como si hubieran comenzado a agregar más tomas solo para llegar a la marca de los 80 minutos.
Con spoilers haré esta pregunta: ¿Qué rayos con la biblia que adentro tenía una pistola al final? ¿De donde buscan que me crea esto? Un deus ex machina para cerrar la historia y ya. Un truco barato que solo demuestra la falta de conocimiento para escribir una buena historia. A parte de que nunca nos dicen de donde salió o de donde es el libro. Solo lo muestran al principio debajo de una cama y esperan que eso sea suficiente para creérnosla.
Si tu historia no puede ser contada con proceso de montaje común, no esperes que añadiéndole un millón de efectos la haga funcionar. Muchas veces se veían las fallas del estabilizador en post producción y la colorimetría utilizada no ayudaba en nada tampoco. Desde el inicio se ve que el rango dinámico de la cámara no soporta el nivel de negros que querían meter. Eso o que grabaron a una hora equivocada del día que no los ayudaba en nada para el proceso de post-producción. Hay que saber que, para llegar al estilismo visual utilizado por directores como Guy Ritchie, primero hay que saber contar una historia bien y entender cuando este tipo de montaje es funcional para la trama.
Esto no llega a ser más que una pequeña producción de televisión o trabajo de grado. Una de las peores películas que he visto este año y creo que Netflix debería de dejar de apoyar producciones de este nivel. Por eso, esta vez, no les dejaré el link.
Trailer: