Muy a menudo comienzo a ver películas de manera casi aleatoria. Las películas que me encuentro en listas de Letterboxd y redes sociales siempre pueden ser una sorpresa y más cuando no sabes absolutamente nada sobre ellas. De esa manera es que me encontré con “Los Ojos de Julia” que me llamó la atención por ser una película de suspenso en español.
“Los Ojos de Julia” es una película de suspenso del 2010 dirigida por Guillem Morales en una coproducción entre España y México.
La historia sigue a Julia (Belén Rueda – “Fenómenas”, “El Orfanato”, “Perfectos Desconocidos”) que tras el suicidio de su hermana gemela decide descubrir más a fondo que sucedió porque, según ella, las cosas no son lo que parece. Lo interesante de la situación es que la hermana de Julia, Sara, era ciega por una extraña enfermedad que también aflige a Julia, una enfermedad que hace que vayas perdiendo la vista poco a poco cada vez que tienes un ataque de estrés y durante la película esto comienza a sucederle y va descubriendo que, en efecto, su hermana estaba siendo perseguida por alguien que no podía ver.
Una de las grandes victorias que tiene “Los Ojos de Julia” es que está intrínsecamente amarrada su trama a la manera en la que Julia va perdiendo la vista. Durante el metraje podemos ver algo muy interesante que no había visto en otra película hacerse de esta manera, que es estar en el punto de vista de Julia y ver poco a poco como va quedando ciega y eso va afectando también lo que nosotros como espectadores sentimos o entendemos de las sucesos que ocurren alrededor de Julia. Obviamente este efecto no es sobre toda la película pero en los momentos en los que es utilizado me parece muy potente. Por ahí mismo es interesante las demás maneras en la que el director decide mostrar la falta de visión de la protagonista como que llega un punto en el que los demás personajes dejan de tener su rostro en el plano o los vemos solo de espaldas. Son esas cositas que hacen que una película sea una experiencia que perdura en tu imaginario.
Poco a poco nos damos cuenta que la película juega mucho con el no saber realmente quiénes son los que tenemos a nuestro alrededor y con esa se genera una gran desconfianza, desconfianza que termina en el miedo. ¿Qué más se puede decir sobre eso? Nunca sabemos cuales son las intenciones reales de las personas que tenemos a nuestro alrededor y en cualquier momento podemos ser traicionados de múltiples maneras y eso a la vez es lo frustrante. Pasamos tanto tiempo en la película sin saber casi nada del antagonista. Solo sabes que está por ahí pasando entre los pasillos sin hacer ruido, acechando a su presa, aunque no sepamos el motivo ni nada, solo sabemos que algo pasará pero no sabemos que muy parecido a lo que estaba haciendo “The Invisible Man” del 2020, solo que “Los Ojos de Julia” logra hacerlo muchísimo mejor.
Algo que me agrada mucho y que me atrae de este tipo de películas es el uso del color a nivel de etalonaje. Esos tonos verdosos en las luces altas y la frialdad general de la película me recuerda mucho a “El Aro” aquella película tan icónica del cine de terror a inicios del 2000. No digo que haya sido influencia para “Los Ojos de Julia” pero me la recuerda mucho al igual que el uso del contraste y la manera en la que están compuestos los planos, son esas cositas en las que podemos darnos cuenta del poder de la influencia de que tiene el género en las futuras películas. Es algo que aplaudo mucho de películas como “El Aro” ya que tienen propuestas estéticas tan fuertes y valientes que se vuelven un estándar en la producción de géneros específicos.
El final de la película es lo único que parece sacado de tono a nivel de historia con lo demás. Es un tercer acto que no encuentra el ritmo ni calidad que se estaba manejando y se siente como si los diálogos se vinieran abajo, se comienzan a sentir forzados y junto con los giros parece que no sabían muy bien cómo terminar o que no era lo que se había planeada originalmente.
Actualmente pueden encontrar “Los Ojos de Julia” en Prime Video.
Trailer:
