Ver películas de Ghibli es un mood. Hay veces en las que el cuerpo lo pide. Momentos en los que no quieres ver un gran drama ni una avalancha de referencia a la cultura popular con grandes actores. La animación japonesa, Miyazaki específicamente, ha logrado crear un universo mágico y seguro en el que todo parece posible. Era para mi imposible darme cuenta de que ver “Ponyo” sería algo tan hermoso.
“Ponyo” es una película japonesa animada del 2008 dirigida por Hayao Miyazaki (“Princess Mononoke”, “Spirited Away”) y animada por Studio Ghibli. Una película en la que logra unir distintas técnicas de animación para unir dos mundos por medio de la magia y la inocencia.
La película “Ponyo” trata sobre un niño de 5 años llamado Sasoke quien se encuentra a un extraño pez rojo que vive bajo el mandato de un hombre extraño que vive bajo el agua y tiene poderes mágicos o algo así. Sasoke tiene una gran conexión con el océano, su padre es capitán y se ve que él quiere lo mismo porque tiene su sombrero de capitán y siempre tiene su pequeño bote de juguete. Por el amor y la magia, Ponyo decide que quiere ser humana para estar por siempre con Sasoke, acto que hará que los océanos se vuelvan locos y la única manera de para esto es que Ponyo regrese al mar o que Sasoke la acepte siendo pez o no.
Es una belleza el lenguaje visual utilizado. Una combinación de técnicas es utilizada para llevar a cabo cada cuadro. Miyazaki decide utilizar animación digital tradicional para los personajes y los entornos subacuáticos mientras que utiliza medio tradicional de lápiz de color para los paisajes terrestres. Esta decisión ayuda a crear más que un contraste narrativo entre los dos mundos sino también crear una división visual entre la historia de los mundos. A esto se le suma la manera surreal en la que Miyazaki crea personajes de objetos dándole una vida extra a la ambientación.
Me asombro cada vez que veo una película de Studio Ghibli. Aunque parece tedioso entrar en una película animada que son creadas mayormente para un público infantil, luego de 20 minutos quedas totalmente enganchado en un mundo fantástico del cual no quieres irte. No pensé fluir tanto con “Ponyo” como con “Princess Mononoke”, pero es igual de efectiva. Eso es una buena narración y creación de mundo.
De mi mente no salen las posibilidades de las miles de cosas fantásticas que pueden suceder en ese mundo submarino y toda la mitología que encierra. Honestamente desconozco si tiene algún trasfondo de leyendas japonesas o es una línea de pensamiento de Miyazaki, pero toda la fantasía creada y ese respeto por el océano es espectacular.
Hay momentos en los que me parecían inverosímiles algunas cosas que sucedían, pero tenía que recordarme siempre sacar ese chip de cine purista y dramático y abrazar una narración que no le teme a la fantasía. Miyazaki me hace feliz, me hace sentir como un niño con ganas de soñar nuevamente.
Por suerte vivimos en latinoamerica y Netflix tiene el catalogo de Ghibli online para nosotros. Si quieren verla pueden hacer click aquí.
Sin duda denle una oportunidad, vale 100% la pena.
Trailer:
