Todos recordamos “The Exorcist” esa película de 1973 dirigida por William Friedkin, aquella película que sin duda es una de las más reconocidas del terror, pues solo era cuestión de tiempo para que sucediera aquello que invade el mundo del cine en la modernidad, el revivir una antigua historia para vender entradas fácilmente para una nueva película. Con la excusa de ser una secuela directa de “The Exorcist”, llega “The Exorcist: Believer” una película de David Gordon Green (“Pineapple Express”, “Halloween Ends”).
“The Exorcist: Believer” estrena en el 2023 confirmando casi de manera inmediata una segunda parte y dando la noticia de que esto podría ser una nueva trilogía de parte de Blumhouse Productions.
Es extraño el comenzar a hablar de esta película porque es aceptar una de las cosas que el cine moderno ha explotado a más no poder que es el universo cinematográfico. Se supone que “The Exorcist: Believer” sucede en el mismo universo de la película original incluso trayendo personajes de aquellas entregas. Esto es difícil de decir para mi porque las películas de exorcismos me parecen aterradoras por el hecho de que siempre he pensado que son cosas que podrían pasar y que tienen cierta relación con el mundo real y las creencias religiosas de cada uno, pero al tener una etiqueta como -del mismo universo- es como confirmar la falsedad y romper esa magia de la narrativa que conecta con las persona convirtiéndola casi que en otra película de superhéroes.
La historia que narra es la de dos niñas que se van al bosque y por alguna razón desaparecen por tres días y regresan poseídas. Sus padres las buscan por todos lados y al encontrarlas se dan cuenta de que puede que tengan una fuerza maligna dentro. Como historia está genial, es algo que puede desarrollarse de manera aterradora y tiene potencial para ser una gran película, pero hasta ahí es donde llega el director. Por alguna razón la historia no sabe qué contar ni cómo contarlo. Hay muchos matices de la creencia religiosa humana que se quieren tocar y cuando ves la película se siente como que le dedican una escena a cada temática: el no creer, el ser evangélico, el ser santero, el no poder con el peso de tu culpa, el patriarcado católico, el fan service de la película original, la adolescencia de las niñas, las posibilidades de abuso sexual, etc, etc. Tantas cosas que al final la película no habla sobre nada a profundidad, solo menciona cosas y todo queda superficial y vacío. Es doloroso porque cada uno de esos temas se tocan en otras películas del mismo género y queda fantástico, pero es porque se le logra encontrar el enfoque y se explora a profundidad como es el caso de “El Exorcismo de Emily Rose” una película sobre el creer en el dios cristiano. Hubiera sido muy bueno poder tener una profundidad con alguno de los temas que se mencionaba en “The Exorcist: Believer” pero no pasó de ser más un metraje con visuales levemente perturbadoras.
Una particularidad que tiene el terror y más que todo el terror moderno es que tenemos películas con planos largos, que te dejan ver y vivir lo terrorífico de la escena, por alguna razón este acercamiento es lo opuesto, buscando algo parecido a lo que eran las películas de acción de los 2000 en las que cada plano duraba solo un par de segundos, desconectando al espectador de la relación de espacio y acciones de la puesta en escena. Hay un sin fin de momentos en los que me preguntaba ¿Para qué me pusieron ese plano? ¿Por qué cortaron de esa manera tan agresiva? Hasta tal punto me atrevería a decir que estaban intentando salvar la película en montaje, pero también podría ser un visión de director muy poco clara, lo cual es extraño cuando vemos que tenemos aquí un director con una filmografía considerable.
Esta es una película que realmente no puedo recomendar, es incluso un insulto a las originales que por lo menos se podía ver que le metían ganas y amor y aunque no fuera una secuela no se logra mantener en pie por si sola. Espero, por lo menos, que las próximas sean mejores, porque me odio y estoy seguro de que las veré de todos modos y seré parte del problema por darles tarima.
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