Panamá

Crítica Panameña: “Bila Burba” Una casa no puede ser construída por una sola persona

Bila Burba - poster

En Panamá hay mucha historia que no se conoce. Cuando hablamos de la Revolución Dule, los libros de historia de las escuelas carecen de información, no más que un par de líneas. Esta historia es una de las más importantes para los gunas y es conservada mayormente por la narración boca en boca y las representaciones artísticas que se hacen en sus pueblos.

“Bila Burba” es una de las películas más importantes que trae el IFF Panamá este año junto con otro par de producciones panameñas como “Tumbadores”, “Brown” y/o “Las Hijas”. Este documental es la ópera prima de Duiren Wagua bajo la producción de Diego Madias y Johaddy Ramirez. El director tiene varios años trabajando en la industria, en otros roles y haciendo cortos, pero más importante que eso, es que Wagua es una de las personas que está llevando el arte del cine a la comunidad Guna, haciendo un trabajo importante para que estas comunidades originarias cuenten sus propias historias a través del medio.

“Bila Burba” cuenta por medio de entrevistas la historia de la Revolución Dule. La manera en que el pueblo ahora conocido como Guna era ignorado y abusado en los primeros años de la independencia de Panamá y cómo estos decidieron luchar para que se les respetaran sus tierras y sus costumbres mediante una revolución para que este pueblo se mantuviera en pie y no desapareciera.

En el documental la historia va hilada tanto de entrevistas filmadas en diferentes medios y material de archivo como de una representación de la revolución y las batallas en el pueblo recreadas por los niños y los hombres adultos de la comunidad. Hay una entrevista específica que me llama mucho la atención. Es un hombre viejo rodeado de personas que le piden que cuente la historia de la revolución y él muy fervientemente la va contando durante todo el metraje con nombres y detalles de las personas de las personas junto a las cuales luchó. Es un momento que se siente lleno de amor y respeto por las personas que quieren escucharlo hablar y de esa misma manera queda en silencio total la sala de cine, escuchando con atención esta historia.

El documental se va desarrollando y la sensación de poder y orgullo se siente en el lugar. El pueblo Dule se une y relatan los abusos de la policía hacia ellos, cuentan la historia de la bandera y el sentir que tienen ellos hacia el extranjero. Aunque hay una cosa que me tocó el corazón fuertemente. En una de las entrevistas, se va contando una historia que tiene una frase que resume de manera perfecta la unión y hermandad de la comunidad: “Una casa no puede ser construída por una sola persona, el palo central de nuestra casa no se puede levantar solo”. Esa frase resuena porque por la unión del pueblo es que se logró llevar a cabo esta revolución. No son solo un grupito de personas en una comunidad alejada, son familias, son los pueblos originarios que llevan en estas tierras desde antes que la conquista y su fortaleza y poder proviene de la unidad, esa misma unidad que ha tenido la fuerza de seguir contando sus historias de generación a generación.

El trabajo técnico de este documental es impecable. Aunque sea una obra en la que se ve que se usaron múltiples cámaras diferentes para realizarse, con la post-producción de color se logra mantener una armonía excepcional de secuencia en secuencia llegando al punto, en que las imperfecciones de calidad de una cámara a otra hacen que la obra se sienta viva. Esto apoyado con las fotografías de archivo que cuentan con estas mismas cualidades, desde fotos bellamente compuestas a imágenes que rayan en lo abstracto por estar movidas y desenfocadas, pero colocadas de tal manera que apoyan a la narración.

Otro de los elementos que te transporta a vivir esta historia es la banda sonora. Durante el visionado tienes notas de instrumentos de vientos, el cual en mi ignoracia desconozco cual es, pero resuena de manera que sientes una tensión por todo tu cuerpo junto con repiques de tambores al ritmo de los bailes y las dramatizaciones. Por decirlo de alguna manera, ver este documental es casi que una experiencia 4D por lo viva que se siente la narración.

“Bila Burba” es sin duda, una de esas obras que carga una importancia inmensa para la cultura del país y más que todo para la cultura Guna. Este es un documental cuya finalidad no lo veo solo en los festivales o en las grandes pantallas sino en las comunidades originarias o en las escuelas, donde estas historias volverán a la vida para las nuevas generaciones.

El trabajo que está haciendo Wagua es importante, veo a este director como un faro para el cine dule y solo puedo imaginar que seguirá trayendo estas historias a la vida, sus historias, las de su pueblo a la vez que inspirará a muchos otros a hacer lo mismo.

En el caso de que puedan ver este documental en un futuro en cualquier lugar, háganlo. No lo digo solo yo sino también todos los que votaron para que “Bila Burba” haya obtenido el Premio del Público del IFF Panamá.

Sigamos haciendo grande el cine panameño.

Trailer:

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