Este escrito tendrá spoilers de la película.
No es fácil escribir sobre una película de tu propio país. Sabemos que Panamá es un país cuya industria del cine está en desarrollo, con buenas propuestas en los últimos años que anteriormente les he recomendado, pero los primeros pasos a convertirse en un cine de industria sólido suelen ser los más difíciles y prueba de esto es “El Sacrificio”.
“El Sacrificio” es una película de terror del 2022 dirigida por Alberto Serra quien ha dirigido otras producciones como “Sin Voz” (2018) y el documental “Chico Heron y el último 41” (2019).
Recuerdo haber escuchado de esta película por allá por el 2019 cuando aún se llamaba “La Granja”, pero luego de eso no supe más nada hasta hace más o menos un mes. Como por arte de magia anuncian el estreno de “El Sacrificio”, la misma película pero con un nuevo nombre. Obviamente me hizo feliz, ver terror panameño en el cine siempre es motivo de celebración, por lo tanto, voy el día del estreno a ver que tal y vaya sorpresa.
“El Sacrificio” es la historia de dos hermanas sin padres que un día reciben una llamada de unos ancianos en boquete que dicen que son sus abuelos y quieren ayudarlas, pero las cosas son más tenebrosas de lo que parecen. La historia gira alrededor de lo que se nos vende como una leyenda panameña, pero nunca se explica bien qué es o cómo funciona, casi al final nos enteramos que puede ser un río que se lleva a las niñas jóvenes y la pareja de ancianos quieren recuperar a su hija que fue víctima de eso. La historia de la película es compleja, pero más que todo por la falta de explicación que se da a los sucesos o sus orígenes.
La experiencia de ver la película no es del todo facil, la mezcla de audio es molesta, con música excesivamente alta en momentos, una fotografía que se siente y se ve amateur con una descomposición de la paleta de color que no llega a encajar con la narración y que me llegaba a transportar a los cortometrajes que uno se encontraba en los inicios de Youtbe. Hablando de la fotografía, me parece que es una película que se cuenta casi toda en planos medios, quedándome con las ganas de poder ver más los paisajes y la geografía de los lugares. Es imposible saber la distancia o cercanía entre la granja y la casa o la forma que tienen, así como las relaciones entre el río y la mansión o castillo abandonado (que de hecho la relación narrativa nunca es explicada).
Lo que más puedo rescatar es la actuación de Ana Grethel Solís y de Freddy D’elia, quienes logran expresar mejor las emociones en los picos altos de la película. Lo extraño llega con la actriz Isabella Sierra, quien, aunque tenga mucha experiencia, no logra encajar con el resto del cast ya que se hace muy evidente que es colombiana por su acento mientras que su hermana es panameña, aparte de que su personaje llega a tener un desarrollo emocional incómodo, en momentos actuando como una niña de 5 años y otros momentos teniendo una madurez mucho más adulta.
Al final no sé, si realmente apunta a ser una película de terror, ya que el verdadero terror llega a los últimos 20 minutos, todo lo demás actúa más como un thriller. El final llega a ser lo más divertido, una escena violenta con mucha sangre y acción. Aunque me quedo con muchas dudas. ¿Quién es y cómo funciona el monstruo?, el cual no es hasta los créditos que nos damos cuenta que era el mohan. ¿Cuál es la relación entre el río y la casa o castillo abandonado? ¿Por qué la protagonista está tan enojada violentamente siempre? ¿Por qué el mohán rapta a la hija de los ancianos de esa manera? ¿Fue un tributo? ¿Fue un accidente? ¿Por qué los ancianos llaman a sus víctimas a media noche para avisar que son tus abuelos perdidos? ¿Qué otra función o relevancia tiene la habilidad de mecánica de la protagonista aparte de mostrar la sierra eléctrica? – esos detallitos son lo que hacen la experiencia algo inverosímil.
Es una recomendación difícil, ya que tanto mi experiencia como la de otros colegas ha sido bastante negativa. “El Sacrificio” tiene una historia que no termina de amarrar del todo, un cast que te rompe la ilusión del cine, un montaje desordenado y un mezcla de sonido que molesta, aunque también hay que recordar y reconocer que Serra ha logrado algo que muchísima gente no puede, que es terminar una película y llevarla al cine. Eso último ya es un logro enorme y de mucho respeto y aunque no pueda decir que es una buena película, sigue siendo un pequeño paso para hacer el registro cinematográfico panameño más amplio.
