En mi alma de millenial siempre ha estado de manera tenue las cómicas y las películas de 101 dalmatas. Un flashazo de la niñez de muchos y sin duda una gran provocación de emociones. De la nada, sin aviso alguno, “Cruella” fue anunciada. Inesperado para mí y la verdad, no esperaba que fuera buena tomando en cuenta que las producciones de Disney en los últimos años han sido… dudosas en su mayoría con solo un par de excepciones.
“Cruella” una película de crimen y comedia familiar dirigida por Craig Gillespie (“I, Tonya” – “The Finest Hours”) y producida por Walt Disney Pictures. El filme apunta a ser una historia de origen de villano con un gran desarrollo de personaje.
Esta es la película de “Cruella” (Emma Stone – “La La Land”, “Birdman”, “The Favourite”) la villana de 101 dalmatas. Esa mujer super estilizada, millonaria y loca que buscaba matar a unos dálmatas para hacerse un abrigo. Gran reto es poder hacer de ese personaje algo extrañable y sentir simpatía por ella, pero de alguna manera Gillespie lo logra. La película cuenta su infancia, sus sueños y sus aspiraciones y como ella lucha contra la sociedad para lograr ser una gran diseñadora de modas. Dificil es para Cruella ver a su madre morir y se culpa por ella toda su vida hasta llegar a darse cuenta que las cosas no son lo que parecen cuando consigue trabajo con la famosa diseñadora de modas Baroness Von Hellman (Emma Thompson – “The Meyerowitz Stories”, “Men in Black: International”) con quien comienza a desarrollar su talento para la costura y la moda.
Me sorprende de gran manera como con solo 10 minutos logras simpatizar con un personaje que en actitud, de principio a fin, es detestable y más aún si sabes de donde viene la historia original. Por alguna razón el caso parecido que se me viene a la mente es el de “Joker” en el cual lograron darle un giro al personaje y hacerlo más humano y entendible. Es como si estuviéramos en una época en la que es importante darle voz al otro lado de la historia y demostrar que nadie es malo por ser malo, solo es un punto de vista diferente. Es una reacción como la que tuve con el personaje de Thanos en Avengers, que logra ser aún más emotivo y tiene una carga emocional más fuerte que los superhéroes principales y así mismo me siento con Cruella. Este momento en el que ella llega al spotlight y podemos ver de donde viene y quien es, la deja como toda una rockstar, aunque aún falte ver de donde sale su odio hacia los dálmatas en el futuro. Un paso a la vez.
Emma Stone hace un trabajo realmente increíble. Su actitud y estética combinan bien con el estudio de personaje que se nota que hizo para parecerse al personaje animado, cosa que se hace evidente en la manera en la que maneja el auto. Stone logra apropiarse el personaje, o personajes, como nadie y realmente esperas la próxima vez que entre en pantalla porque sabes que lucirá fenomenal. Las luces, los flashes, el estilo punk y rebelde son lo que caracterizan el arte que hace Cruella. Una gran explosión de estilo que va directamente contra cualquier sistema o regla de la moda hasta entonces e irrumpe con una nueva estética.
En lo personal, un punto alto del filme es su banda sonora. Llena de covers y canciones de pop, R&B y rock británico que emocionarán a cualquiera que conozca alguno de esos éxitos. Sí, son puros éxitos, pero siendo honestos, usar canciones desconocidas u under de la época no es un movimiento muy inteligente para una película que busca ser popular y recordable.
Hay algo no tan importante que mencionar y es que ha habido cambios de raza a varios personajes. Cabe mencionar que se ha hecho de una buena manera y no parece ser por mera inclusión, sino que son cambios que tienen sentido dentro del comportamiento de cada personaje y le dan un poco de profundidad a sus historias. Con excepción de Anita, su cambio, hasta ahora, es bastante irrelevante, toca esperar a la secuela para ver si conocemos algo más sobre su pasado.
No esperaba un diseño de producción tan bueno. Cada set es una belleza de diseño arquitectónico y de arte. El equipo de producción hace que cada espacio sea un personaje más y entre más simple que parezcan, tienen un montón de actitud. El filme es visualmente hermoso. Su fotografía soporta todo muy bien y mantienen toda la duración moviéndose de manera muy entretenida. De hecho, lo único malo referente a la fotografía es que cada vez que tenemos a Cruella en pantalla quieren tener un efecto de cámara en mano, que entiendo que va con el personaje, pero llega a ser levemente molesto si es que lo notan. Yo lo noto porque soy medio freak, pero entendería que haya gente que no lo haya sentido. Como sea, es herm
osa. Cada plano sorprende y lo único que hubiera deseado era ver más decorados, más sets hermosos y más fashion shows de Cruella.
Difícilmente se puede decir algo realmente malo de este filme, pero lo que no es ignorable fue el trabajo de CGI para la creación de los modelos de los perros que aparecen en la película y es que en muchas ocasiones llega a ser deplorable. Los dálmatas que aparecen lucen como salidos de un videojuego y hay ocasiones en las que la pantalla verde es bastante obvia, pero ¿es esto malo? La respuesta es complicada. “Cruella” no busca ser una película realista y hay que juzgarla por lo que es: Una comedia familiar apuntada mayormente a millenials que buscan tener un rato de nostalgia sana y poder revivir algo de su infancia. Eso lo logra, sin duda. La nostalgia se siente. Cada personaje es tan parecido a la versión que reside tenuemente en mi memoria y eso hace que mi corazón palpite un poco de felicidad y me lleve a ese momento seguro de mi infancia. Los buenos tiempos.
¿Recomendable? Creo que sí, pero reconozco que no todos sentirán lo mismo por ella. La nostalgia es un elemento importante para su impacto y creo que, si no la tienes, las más de 2 horas de duración con la que cuenta, se pueden tornar pesadas. Para mí ha sido la experiencia juvenil y divertida que buscaba. Me reí, me emocioné, y disfruté de cada giro de la historia pensando “oh, eso tiene sentido y no lo esperaba”. Es un buen guion, una buena historia y solo queda esperar para ver como afectarán los cambios a la historia original, pero eso ahora mismo no me importa mucho, lo que importa es que podré irme a la cama con una sonrisa en mi rostro.
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