Es una tarea complicada encapsular como se siente crecer en una época específica de la historia. Esta tarea se vuelve más compleja cuando creces en una clase social específica dentro de una cultura de entre muchas. Desde hace mucho tiempo tenía en mi lista de películas “Mid90s” y siempre pensaba que probablemente no me iba a gustar tanto o era una romantización de una época de la cual fui parte.
“Mid90s” es un coming-of-age escrito y dirigido por Jonah Hill en su debut como director. Hill es conocido por sus papeles como actor en películas como “21 Jump Street”, “Superbad”, “The Wolf of Wall Street”, entre otras. En esta ocasión el director se aleja de la comedia estadounidense convencional en la cual lo vemos siempre y opta por una película con matices más autorales, por lo cual no debe extrañar que la compañía productora haya sido A24.
Una de las preguntas que surgen es ¿De qué se trata “Mid90s”? y la verdad es que a esta pregunta no hay una respuesta específica. Hill tira por la borda una narrativa convencional, pero no para acercarse al abstracto o extraño, sino para recurrir a una manera de narración más común y mundana, cosa que acentúa la sensación de nostalgia sobre el espectador ya que todo se sentirá como una vida contada a medias. Nos centramos en la vida de una niño de 12 años en 1996 llamado Stevie (Sunny Suljic – “The Killing of a Sacred Deer”, “The House with a Clock in its Walls”) quien vive con su hermano Ian (Lucas Hedges – “Moonrise Kingdom”, “Waves”) un abusador que se niega a tratar bien a su hermano y aprovecha cualquier oportunidad para pegarle y su madre Dabney (Katherine Waterston – “Logan Lucky”, “Fantastic Beasts and Where to Find Them”) una mujer muy joven que parece no estar preparada para ser madre, pero a fin de cuentas, nadie esta nunca preparado para eso. Stevie entrando en su adolescencia y en busca de identidad queda volviéndose parte de un grupo de amigos skaters. Lo curioso de este grupo de amigos es que a principio los juzgas fuertemente porque, en efecto, parecen delincuentes, pero no lo son, son chicos comunes y corrientes que les gusta patinar y están creciendo y encontrándose. De los cuatro amigos vale la pena destacar a Ray (Na-Kel Smith) quien lleva el skateboarding de la película a un nivel creíble. La actuación de Smith es muy buena para ser alguien que no actúa y en estos momentos es que se nota como la experiencia de Hill se traduce bien a la dirección. A la larga el filme es eso, Stevie creciendo siendo mal influenciado por algunos amigos y Ray intentando hacerlo entender que no tiene que hacer cosas malas para ser cool. Más de ahí no hay más.
Creo que lo único malo es que existe una gran carencia de historia por una falta de dirección de los personajes o desarrollo de los mismos. Hill logra tocar muchos temas sobre la transición de niñez a la adolescencia pero no se adentra a profundidad en ninguno, tampoco sabemos a profundidad quienes son los personajes o como evolucionan, del que más llegamos a saber es de Ray porque actúa de guía de Stevie, pero es el único, aparte obviamente de Stevie que lo debemos ver evolucionar por ser el protagonista.
Entonces, ¿por qué funciona “Mid90s”? Para mi es una obra cautivante. Esto se debe a su manejo de la nostalgia. De hecho, creo que es un filme que logra sostenerse casi exclusivamente por eso. El trabajo del director de fotografía Christopher Blauvelt con una manejo natural del formato fílmico de 16mm junto a una fotografía que parece en su totalidad luz natural o práctica, que, hasta cierto punto, te deja directamente en los 90s o cómo recordamos la época incluyendo su formato 4:3 de televisor gigante. Junto a eso, también se encuentra la maravillosa selección musical para la banda sonora en la que se reconoce fácilmente a Morrisey, Nirvana, Herbie Hancock, mucho hip hop de los 90s acompañado de fantásticas melodías etéreas y reconfortantes de Trent Reznor.
Creo que en lo profundo de mi ser sonreía al ver la selección de vestuario de los personajes. Ver a Stevie con tshirts de mortal Kombat, Beavis and Butthead, Ren & Stimpy, etc, me hacía sentir en mi juventud nuevamente ya que esas eran las cosas que se veían en aquel entonces y, sobre todo, el director logra implementar todos estos elementos de manera natural. No se siente por ningún lado el efecto del cringe. Todos los elementos de la puesta en escena logran fluir entre si y maravillosamente no solo por su estética cinematográfica, se logra casi que sentir y oler el asfalto, la cerveza y la gran cantidad adolescentes sudados bajo el sol mientras practican su deporte favorito.
Es una fuerte recomendación para personas que tienen recuerdos de algún tipo de la década de los 90s. Sobre todo, si tenían conocimientos de algún tipo de la cultura del skateboarding, hip hop o la cultura popular urbana de la clase media. Creo que llega a ser una película con la que muchos se sentirán identificados y le pueden agarrar un gran amor. Por su falta de historia se convierte en algo más para experimentar que para entretenerse. Podría llegar a llamarlo en su totalidad una película reconfortante. Una experiencia para volver a sentirse joven o casi como ver un álbum de fotos con todas las implicaciones que trae crecer y a la vez, aceptando que en la vida todos improvisamos y nadie está listo para nada ni existe un camino fijado para crecer.
Trailer de Mid90s: