Una directora hace su debut en el festival Sundance del 2021. Prano Bailey-Bond llevaba en sus manos su primera película llamada “Censor”, un filme de terror psicológico que sin duda alguna llama la atención alrededor de muchas producciones de género de este año.
“Censor” cuenta como una trabajadora en la asociación de clasificación británica llamada Enid se dedica a censurar pedazos o películas completas para su distribución durante la controversia del Video Nasty que era una ola de películas con gran contenido gore y violento. El exceso de consumo de estas películas sumado a la desaparición de su hermana en un bosque de pequeña hace un viaje hacia la locura.
Estamos en una época en la que se han visto varias películas que rinden homenaje al cine de terror/horror de los 80s, pero muy pocas logran una estética e historia que realmente atrape al espectador y le rindan un homenaje digno que se vea bien. Bailey-Bond lo logra a la perfección. Esta película es una joya estética que se sostiene en lo sombrío y misterioso. Desde sus colores exagerados de las luces hasta la manera en las que las luces altas se difuminan en la película, porque sin duda alguna “Censor” es filmada en película de 35mm combinada con super8 y vhs. Una combinación que en muchas ocasiones es una receta para el desastre como en los found-footage, pero que la directora logra utilizar de manera adecuada para la autenticidad del metraje y su misticismo.
Para ser una película de terror, no se queda solo en sustos o ambientes incomodos, sino que te lleva a conocer un poco y a analizar sobre la censura y como esta afecta a los consumidores. Una de las historias de las cuales se escucha desde el inicio y que funciona de catalizador es sobre un hombre que mata a su esposa y se come su rostro y la sociedad deduce que es porque el asesino imita lo que vio en una película y quedan culpando y correteando a Enid por esto. Esta pequeña historia se resuelve luego de la mitad de la película con la revelación de que el asesino nunca vio dicha película. Esto me deja pensando en todas las veces que se han satanizado los video juegos, películas, libros, etc, por incitar a la violencia o cualquier tipo de conducta inadecuada cuando el ser humano, por naturaleza, puede llegar a cometer los actos de igual manera. Esto lo menciono por el caso del tiroteo de Columbine en los Estados Unidos en el que se culpaba a la violencia del video-juego Doom. Es un tema en el que se puede o no tener razón y hay que aceptar que a veces las coincidencias existen… o no. o no. ¿Lo que consumimos nos hace violentos? ¿Actuamos imitando la ficción o la ficción nos imita a nosotros? Por otro lado, también surgen preguntas como ¿Es sano consumir violencia, desmembramiento y contenido sangriento? Creo que son preguntas que jamás obtendrán respuestas, pero que vale la pena pensar.
Al mismo tiempo está la historia principal que es una espiral hacía el vacío de la locura. El personaje de Enid es perfecto, una mujer correcta pero que esconde en su mente la desaparición de su hermana pequeña y no aceptará para nada que tal vez ha muerto. Este contraste del conflicto interno es clave para poder que “Censor” te atrape. Si eso no es suficiente también está este misticismo que existe en la producción de las películas del video nasty, cosa de la cual también se habla mucho en el filme y siempre se juega con el hecho de que la gente realmente muere en estas películas. ¿Qué es realidad y qué es ficción?
Es asombroso que este sea el debut en la dirección de Bailey-Boyd porque es un filme realmente sorprendente que habla mucho. Hay una cantidad excesiva de talento y visión. Me encantaría poder ver que es lo que sacará en el futuro. Creo que el ser mujer afecta mucho en el filme ya que toca un par de veces el tema de que en estas películas sangrientas siempre se abusa de la figura de la mujer, la sexualización y la violencia.
Esta es una película que sin duda recomiendo. Su estructura narrativa no es del todo convencional porque llega a tomarse su tiempo en desarrollar al personaje en vez de la trama, pero es algo que vale la pena para poder transmitir la atmosfera tanto de la época como la del tono de la película. Es terror un poco artístico y experimenta mucho con los medios de filmación. No es una película de jump-scares, es una película de violencia y misterio.
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