El cine de terror tiene muchas formas, es una de las cosas que más me gustan del género. Uno nunca sabe con qué tipo de narración pueden salir porque literalmente la imaginación es la única limitante del realizador en estos tiempos. “The Taking of Deborah Logan” es una película de terror sobrenatural del 2014 dirigida por Adam Robitel (“Escape Room”, “Insidious: The Last Key”), esta siendo su ópera prima.
La película narra la producción de un documental de una chica de psicología con el que explora la vida de una mujer llamada Deborah Logan (Jill Larson – “Shutter Island”) que está en estapas tempranas de alzheimer y su hija Sarah (Anne Ramsay – “Planet of the Apes”)y como esta enfermedad se va convirtiendo rapidamente en lo que parece una posesión.
Lo interesante de “The Taking of Deborah Logan” es su forma, siendo esta una película que se siente como un found-footage combinado con un mockumentary, así como la experiencia de ver “Paranormal Activity: Next of Kin”, pero sin que el material sea encontrado y que fue editado profesionalmente por los propios personajes. Ese lenguaje visual del found footage es difícil de lograr sin que sienta trillado y que llegue a dar miedo por medios que no sean el clásico jump-scare y se corre el riesgo de ser comparado con “The Blair Witch Project” y demás, pero en esta ocasión se crea una obra que sí se sostiene porque logra no depender del estilo visual solamente sino que te agarra por los personajes desde sus primeros minutos, Deborah y Sarah aceptando estar en el documental porque necesitan dinero y ambas super carismáticas sin conocimiento alguno de lo que sucederá en el futuro. Durante esos primeros minutos se logra lo que para mi es lo más difícil en el cine, que al espectador le importen tus personajes. Una de las razones por la que esto se logra es por el tema del Alzheimer que afecta a la vida de miles de personas e inmediatamente la película te muestra que el que sufre no es solo el enfermo sino también sus familiares.
La película brilla por sus actuaciones, Jill Larson logra una transformación física y psicológica que deja la sangre helada, así como se ve y se siente el sufrimiento por la enfermedad, por otro lado Anne Ramsay desde el inicio del filme logra mostrar a la perfección estas ganas de estar feliz, pero que casi no puede esconder esa tristeza y estrés que causa el estar atendiendo a su madre.
Aunque la primera mitad de la película se centra mucho en la enfermedad, cabe destacar que se desvía por otro lado y ese es el del terror sobrenatural. El gancho que tiene “The Taking of Deborah Logan” se pierde totalmente convirtiéndolo en lo que parece ser una película de posesión espiritual y queda lanzando la trama en una dirección totalmente diferente. Aparece así una investigación sobre un asesino en serie, un crimen encubierto y sonambulismo difícil de explicar. Aún así, la película se mantiene firme en su estilo y fuerza, pero mediante del lenguaje asqueroso del género, como la sangre, los infecciones, lo horroroso, etc. Por eso creo que no es una debilidad de la película, sino una manera en la que se convierte en una obra que se abre a diferentes tipos de públicos fanáticos del género y así asegura que cada quien se vaya con algo.
“The Taking of Deborah Logan” vale la pena, una buena película para una noche en la que quieres asustarte y con su duración de 90 minutos es muy fácil darle al botón de play. ¡Ojalá más películas duraran 90 minutos o menos! Es una obra llena de imágenes poderosas que de seguro atormentarán tu mente un buen rato.
Trailer:
